jueves, 8 de agosto de 2013

Desfiladero torácico



Síndrome del desfiladero torácico:

¿En qué consiste?




 Es el conjunto de los siguientes síntomas clínicos: dolor, parestesias (sensación de homigueos), debilidad y malestar en el miembro superior, hombro, e incluso cuello que se derivan de la compresión de las estructuras venosas y nerviosas de las extremidades superiores.






¿Cuándo aparecen?

Estas sensaciones se agravan cuando se eleva el brazo por encima de la cabeza o con movimientos de cuello y cabeza.
Las sensaciones de hormigueos o parestesias se incrementan o aparecen con los trabajos manuales y se calman con el reposo. Suele notarse en los últimos dedos de la mano, por el borde interno de mano y antebrazo e incluso puede ir acompañado de sensación de torpeza.
Las manifestaciones de compresión arterial se distinguen por frialdad de la mano  y aumento de la sensibilidad al frío.

Las estructuras que se ven afectadas principalmente son la arteria y vena subclavia y el plexo braquial (especialmente las raíces inferiores).

Las regiones de posible compresión de estas estructuras son 3: el triángulo interescalénico, el espacio costoclavicular y el espacio retropectoral.
Estas estructuras se pueden afectar por:
·         La existencia de una costilla cervical
·         Una mayor longitud de la apófisis transversa de la vértebra C7
·         Variaciones anatómicas de la inserción de los músculos escalenos
·         Fractura de la clavícula o primera costilla por un episodio traumático
·         Sobrecarga muscular o postural que produce la hipertrofia del músculo pectoral menor


¿Cómo se puede tratar?

La fisioterapia puede ayudar a eliminar el cuadro de síntomas del síndrome del desfiladero torácico, siempre se aconseja antes de realizar operaciones quirúrgicas. Es importante corregir la postura y fortalecer la musculatura extensora de cuello y la que se inserta en la escápula como por ejemplo: trapecio, romboides y el angular de la escápula. Se ha demostrado que la obesidad puede agravar los síntomas.

En caso de que la terapia física rehabilitadora no funcionase puede procederse a la operación quirúrgica entre ellas se puede realizar: una resección de la costilla cervical (en el caso de existir), escalenotomía del pectoral menor, claviculotomía o una combinación de varias. 


Esperamos que el artículo os haya resultado interesante, si tenéis alguna duda consultadnos.

Un saludo,
El equipo de Cuerpo Sano Fisioterapia

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